El Chelsea, actual campeón de la Premier League, sigue sin realizar ninguna incorporación a su plantilla de cara a la temporada 2017/18. Una situación que, según afirman muchos medios de comunicación en el Reino Unido, ha provocado un gran enfado en Antonio Conte, que ya ha visto cómo ninguna de sus peticiones se ha cerrado, tras muchas semanas de rumores, informaciones y negociaciones.
Ni Bonucci, ni Alex Sandro, ni Bakayoko, ni Lukaku. Tampoco Rüdiger, quien afirman que está muy cerca, pero de momento no es oficial. No llegó Fernando Llorente en el pasado mercado de invierno. Ante esta situación, Antonio Conte ya ha dejado claro al Chelsea su enfado, un malestar enorme por la falta de eficiencia ante las negociaciones del club este verano. El conjunto Blue es el equipo a batir esta temporada en Inglaterra por su situación de poseedor del título liguero. Es por ello que, lejos de confiarse, de acomodarse por ser el campeón, Conte cree que el club debe dar un paso adelante en materia de fichajes, ya que la próxima temporada se sumará el reto de la Champions League.
La situación del técnico italiano se ha convertido en un foco de tensión desde el final de la pasada temporada. Pese a ser campeón, pese a triunfar en su primer año en Inglaterra, su figura se ha visto comprometida desde entonces.
Apenas semanas después de finalizar la Premier League 2016/17, Diego Costa hacía explotar la bomba mediática, al asegurar rotundamente que Conte le había mandado un mensaje personal afirmándole que no contaba con él para la próxima temporada. Una noticia inesperada, puesto que se trata del gran goleador del club londinense, puesto que es uno de los mejores delanteros del torneo. Aquella decisión, parece, según informaciones, no hizo gracia en el seno del club, ya que podía haber bajado el precio de una hipotética salida del futbolista, en caso de negociación. Es decir. No puede valorarse del mismo modo una negociación sin querer vender que una negociación en la que el club comprador cuenta con el argumento a favor de que el futbolista puede salir de verdad.
Sin embargo, los no-fichajes de todas las peticiones del italiano, según informaciones, ha creado un grave malestar entre él y el club. De hecho, incluso se ha llegado a afirmar que, tras el 'caso Diego Costa', Abramovich le habría ofrecido la renovación para que siguiera siendo entrenador del Chelsea. Sin embargo, el verano en Stamford Bridge se está caracterizando por una sequía considerable. El conjunto inglés sólo ha oficializado la llegada de Willy Caballero, quien llegaba libre tras no renovar con el Manchester City, y llega como sustituto de un Courtois que, a priori, seguirá siendo el omnipresente guardián de la portería. Es decir, sólo una incorporación, y de carácter secundario.
El acuerdo Lukaku-Manchester United (ya oficial) habría sido la gota que ha colmado el vaso de la paciencia del entrenador, tras ver cómo otro objetivo prioritario para el proyecto 2017/18 se esfuma, no llega. Un verano que comenzó con Antonio Conte tomando una polémica decisión, para luego dar paso a una serie de negativas, o negociaciones demasiado lentas, que han cambiado la balanza del técnico para pasar de villano a indignado y desesperado.
La doble corriente: ¿debe el campeón, rival a batir, no reforzarse porque no tienen nada que demostrar o, por el contrario, reforzarse más que nunca porque la competencia será mucho más elevada y la exigencia llamará a realizar grandes incorporaciones? De momento, el mercado de fichajes del Chelsea está por debajo de las expectativas. Los rumores siguen surgiendo, las informaciones siguen moviéndose dentro de una corriente marina que no lleva a ningún sitio y, parece, ya está creando una tensión de impaciencia importante entre el staff técnico y el club.
Pura incógnita en el seno del campeón.
