El pasado 22 de junio no pude evitar expresar a medias un pensamiento que tenía en la cabeza. Hice un poco de postureo, de hype, porque tampoco quería decirlo, ya que faltaba el partido de vuelta del playoff en el Coliseum Alfonso Pérez entre Getafe y Tenerife.
Y no. No ha ocurrido. El Getafe hizo frente a la eliminatoria, tras el 1-0 tinerfeño de la Ida, ganó 3-1, y selló de forma oficial su ascenso de categoría para convertirse en nuevo equipo de La Liga 2017/18.
Entonces, ¿qué era eso tan misterioso que no quise desvelar? Vamos allá. Quien me lee desde hace años, desde hace tiempo, quien me sigue de cerca, sabe que cada vez me alejo un poquito más de todo aquel fútbol mediático que vende, que hace audiencias. Sí, me gusta la Premier League, uno de los torneos más seguidos y mediáticos del mundo, pero en su totalidad encuentro mi refugio. Encontrar curiosidades en Stoke-on-Trent, Newcastle upon Tyne, Swansea, Southampton o Burnley me maravilla, me encanta. Y a eso me refiero. Me maravillan detalles cada vez más minúsculos.
En España sigo de cerca a clubes como Eibar o Athletic Club, entre otros. En Ipurúa, en las filas del Eibar, encontramos al japonés Inui. Este es un caso que me apasiona, ya que por un lado se junta el romanticismo del club con un futbolista nipón, país que me apasiona desde la lejanía. Juntos suman la mezcla perfecta para que me enamore su historia. Recuerden. Inui, jugador japonés. Un foco para los medios japoneses. Queriendo, o no (ya que aseguraron en una entrevista desde el club vasco que no fue una operación de marketing, sino deportiva), se creó un vínculo internacional entre la pequeña población y Japón.
Bien. En las filas del Tenerife encontramos a Gaku Shibasaki. Futbolista técnicamente privilegiado que ha sido una de las notas exóticas de la categoría de plata del fútbol español. Y sí, japonés. Una historia similar a la de Inui en Eibar (quizás más retorcida por ser Segunda División).
¿Qué hubiera pasado si el Tenerife hubiera ascendido de categoría? Exacto. Eibar-Tenerife en Primera División. Inui-Shabasaki en el Heliodoro Rodríguez López y en Ipurúa. Un 'derbi' japonés en el fútbol español. Y no, no me quedo ahí. Todos hemos visto a jugadores asiáticos (japoneses, chinos, surcoreanos) jugando en España, y cómo los medios de sus respectivos países hacían seguimientos exhaustivos de sus rutinas, de sus rendimientos, de sus progresos. ¿Podéis imaginar qué hubiera pasado si Inui y Shabasaki se hubieran enfrentado? Un Eibar-Tenerife y un Tenerife-Eibar se hubiesen convertido en eventos extraordinarios en Japón, partidos de auténtica relevancia, y de orgullo, para el país del Sol naciente.
Sí. Un partido que mediáticamente estaría alejado de la majestuosidad, de la grandeza, en España, pero que seguramente hubiera tenido enormes audiencias en Japón y hubiese sido como instrumento de expansión de la marca La Liga en Asia. Parece una tontería. Parece un detalle insignificante.
Pero no. No ocurrirá. El Tenerife no logró el ascenso a Primera División en favor de un Getafe que certificó el segundo ascenso oficial de su historia a la máxima categoría española.
No habrá 'derbi' japonés.
