El Valencia lleva varios años jugando fuego respecto a su cercanía con el descenso. Las últimas temporadas se salvó, sufriendo, pero todo acabó en tranquilidad. Sin embargo, este curso, desde las primeras fechas, la zona candente de la clasificación se ha convertido en una preocupante rutina que no parece tranquilizar a nadie con el paso de las semanas. El conjunto valencianista, de la mano de Rubén Baraja, se encuentra en las primeras plazas de muchos de los registros de las cinco grandes ligas 2024-25. Los valencianos tienen mucho trabajo y muchas tareas pendientes, y, por ahora (salvo giro de guion), el Pipo debe encontrar las soluciones para que la temporada no acabe en Cremà definitiva del proyecto deportivo.
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