Me encontraba viendo el segundo capítulo del podcast de Jorge Javier Vázquez con Siro López y llegaron a la siguiente afirmación: No hay escándalo que haga perder espectadores al fútbol. Y no puedo estar más de acuerdo.
Corrupciones, compras de árbitros, competencia generacional, malas gestiones de propietarios de clubes, precios de entradas desorbitados, pocos partidos en abierto por televisión... Pero el fútbol sigue adelante, sigue sin resistirse como lógicamente debería.
Llega un martes de Champions y sigues ahí. Llega un miércoles de Copa de Europa, y lo mismo. Llega el viernes, y el gusanillo especial en el estómago late con fuerza porque sabes que se viene tu menú de partidos. Llegan finales de agosto y sabes que hay sorteo de los torneos europeos, que empiezan las ligas. Llega el verano y el mercado de fichajes te devuelve a la infancia.... Y decenas de razones más que explican por qué el fútbol no pierde espectadores pese que, mirando hacia todos los lados, la polémica, basura y escándalo lo inunda todo.
Quizás, porque el fútbol es algo más que un simple deporte. De hecho, cada vez tiene menos de deporte, en favor de un show y un espectáculo que se ha comido gran parte de la escena.
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