Hace unos días comenté que había empezado a leer El camino del artista y ya he encontrado varios conceptos interesantes sobre los que trabajar, investigar e implantar rutinas.
Uno de ellos son las morning pages. Es un método de expresión que se basa en escribir por la mañana, recién levantado, cuando la rutina no ha empezado a imponer su ley, sobre los pensamientos fugaces y naturales que salgan de la mente. ¿No sabes qué escribir? Escríbelo: "No sé qué escribir ahora". Se trata de un proceso para expresar, desbloquear, filtrar, desechar, sacar a la luz.
Es cierto que esto puede ser algo correoso porque, sinceramente, cuando nos despertamos ponerse a escribir (2-3 páginas) no se presenta como el plan más apetecible, pero afirman que es clave para desbloquear la creatividad y también expresar pensamientos que están en la cabeza y ocupan espacio de forma tonta. Algo así como eliminar todo aquello que no es vital.
He decidido que voy a intentar implementarlo en mi rutina. Creo que puede ser interesante, creo que no pierdo nada intentándolo y también creo que me va a ayudar a desbloquear herramientas creativas. Sí tengo claro que no sé cuándo lo haré.
La autora del libro recomienda que sea nada más despertar, mientras tomas el desayuno, pero eso a veces condiciona mucho los momentos previos a iniciar el día por las diferentes tareas a las que nos dedicamos. Por ello no sé realmente si lo haré como dice o si guardaré un rato por las tardes.
Sí tengo claro que lo quiero hacer cuando acabe el libro. Tranquilamente, poco a poco, sin agobio. Creo que pueden salir pensamientos que de otra forma no verían la luz. Este verano conoceré de primera mano las morning pages.
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