Steven Gerrard sigue escribiendo páginas muy atractivas en su trayectoria como técnico. Su llegada en 2018 al banquillo del Rangers se confirmó como su primera gran experiencia como técnico tras un breve paso por la cantera de su admirado Liverpool.
El reto era igual de exigente como mayúsculo. Pese a la reconversión histórica, deportiva e institucional vivida por el equipo de Glasgow, no dejaba de ser un equipo recordado, importante y que generaba presión mediática dentro del territorio escocés.
No era el añorado Glasgow Rangers, pero su vuelta a la élite, la reedición del histórico Old Firm ante el Celtic de Glasgow y su meteórico ascenso desde la zona baja del fútbol escocés dejaron demostrado que la oportunidad para Gerrard era mucho más seria de lo que pudiera parecer fuera de las islas.
El técnico inglés lo está bordando. El Rangers ha seguido con su dinámica ascendente y lo ha hecho incluso mejorando lo previo. El trabajo de 'Stevie' está siendo espectacular, tanto a nivel doméstico como en Europa. Gerrard se ha consagrado en Reino Unido. Todo lo que había demostrado como futbolista en Anfield lo empieza a complementar desde su posición de entrenador.
Tras triunfar la pasada temporada destronando la autoritaria hegemonía del Celtic y firmar una muy positiva campaña en Europa League, el reto de los protestantes de Glasgow se presenta en mantener su poderío ofrecido en Escocia y, además, intentar soñar de nuevo en el Viejo Continente.
En la Scottish Premier League y en los torneos coperos se espera una reacción del Celtic de Glasgow. Su curso pasado decepcionó porque dio la sensación que volvieron a prepararlo en modo automático, como en la última década, y cuando quisieron darse cuenta de la dinámica imparable del Rangers ya era demasiado tarde. Por ello, los católicos tendrán mucho que decir.
Volver a triunfar en liga, buscar un triplete doméstico e intentar llegar lo más lejos posible en Europa (primero intentando entrar en la fase de grupos de la Champions) y volver a plantar cara seriamente a su histórico rival parecen ser los grandes retos de Gerrard.
Una nueva temporada exitosa podría ser la confirmación que muchos ya esperan. El pasado curso no ha pasado desapercibido y todo apunta a que, más tarde o más temprano, acabará siendo entrenador del Liverpool. Klopp ya ha dejado claro que cuando se sienta incapaz de seguir en Anfield, fiel a su estilo, dirá "adiós" a los reds y será ahí cuando (todo apunta a ello) llegará el turno para uno de sus capitanes más históricos.
Mientras tanto, Gerrard (con la misma calma e inteligencia que demostró como futbolista) esperará en la sombra la llamada y seguirá intentando adquirir experiencia y conocimientos desde el banquillo del Rangers.
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