Leo Messi y Cristiano Ronaldo firmaron en la década que transcurrió entre 2010 y 2020 un auténtico hito histórico. El rendimiento de ambos futbolistas fue tan fantástico, tan enorme, tan rotundo y tan estratosférico que les permitió instaurar su estatus eterno de ser dos de los mejores jugadores de la Historia.
Sus cifras goleadoras, su liderazgo incontestable, el éxito colectivo de sus equipos, el notable palmarés que consiguieron. Hay muchas razones para pensar que fabricaron una de las mejores etapas de la historia del fútbol.
Sin embargo, el recuerdo de ambos en el futuro, el día de mañana, no parece que será similar. Evidentemente no será idéntica. Personalmente, creo que el recuerdo de Messi será mucho más importante que el de Cristiano Ronaldo.
Algunas razones que lo explican, pueden ser las siguientes:
La actitud de Cristiano Ronaldo
El atacante portugués siempre se ha caracterizado por tener 'mucha personalidad'. Esa catalogación de 'mucha personalidad' es el maquillaje de una personalidad egocéntrica, tóxica, dañina para sus compañeros y muy negativa. El final de su carrera ha sido dantesco, y lo ha sido porque Cristiano ha pensado siempre que sigue teniendo 28-30 años, y no. No los tiene desde hace tiempo. Es cierto que sus etapas en Juventus y Manchester United (sobre todo al principio) dejaron claras muestras de que, pese a su edad, mantenía un carácter competitivo e innato que le permitía seguir siendo un delantero colosal. Pero cuando su físico ya no acompañaba, cuando sus cifras han ido bajando, Cristiano Ronaldo se ha quedado sólo con un carácter muy cuestionable que, separado del resto, destaca muchísimo... para mal.
No defiendo la actitud de Leo Messi, ya que considero que toma decisiones y tiene caprichos que no son defendibles. El 'problema' es que ocurre de puertas para dentro, que no se transparenta tanto. Se oyen rumores de las exigencias deportivas y monetarias, de que fabrica vestuarios a su medida, pero todo queda ahí. En el caso de Cristiano, todo es público. Es público porque él es así, porque cree que está en lo correcto y su ego le silencia cualquier punto a revisar.
El final de sus carreras
No hay color. Mientras uno está en una liga menor, donde ni siquiera es capaz de destacar para los suyos, el otro sigue en la élite, coronándose campeón del mundo (el reto que no ha conseguido la otra parte) y manteniendo su estatus de mejor futbolista del planeta que tiene desde hace muchísimos años. Incluso cuando, aparentemente, había una bipolaridad de la corona mundial. Insisto. No hay color. Incluso es preocupante cómo ha caído la carrera de Cristiano Ronaldo desde que llegó Erik ten Hag a Old Trafford.
La máxima corona mundial
Lo dicho en el anterior punto. Leo Messi brilló en el mundial de Qatar 2022. Lo hizo a nivel individual con una actuación magistral y lo consiguió a nivel colectivo con la máxima corona planetaria. Mientras Cristiano estallaba producto de su ego y desorientación en Manchester y se quedaba sin equipo (ya se empezaba a presentar en el horizonte la opción de Al Nassr), Messi brillaba consiguiendo la máxima coronación y convirtiéndose oficialmente en el mejor futbolista de la Historia.
La calidad innata
Siempre se ha dicho que la calidad de Messi es innata y la de Cristiano fabricada. Ni una es natural, ni la otra artificial. Simplemente, son dos caminos diferentes para llegar a la gloria. Ahí, en ese contexto, cuando el rendimiento es sublime, las diferencias no importan (pese a que Messi ya brillaba un pequeño escalón por encima). Pero, ahora, cuando el poderío físico de Cristiano ya no es el mismo, es cuando Messi sigue siendo un futbolista totalmente determinante y CR7 está firmando su involución deportiva.
Estas son algunas de las razones por las que el día de mañana, yo, el que escribe estas líneas, recordaré mejor a Messi que a Cristiano.
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