Con Twitch siento contradicciones adversas. No soy consumidor directo porque, precisamente ahora, en esta época en la que puedes elegir cuándo y cómo puedes consumir contenidos, me parece una plataforma que va a contracorriente. Tiene la base de la televisión en directo, pero con la comodidad de los dispositivos.
Pero es cierto que es una plataforma que sí me llama la atención, que sí me abre la mente, que sí me parece extraordinaria. Sí me parece interesante, pero como futuro creador. Tengo perfil, tengo canal, he trasteado con los diseños y algunas herramientas, pero no encuentro el momento.
Alguna vez he escrito sobre la parálisis por análisis, y creo que en este sentido la estoy sufriendo. Me gustaría ser creador en Twitch, pero mi síndrome del impostor, primero, y una serie de excusas sobre el equipo que tengo ahora mismo, sobre el estudio en el que vivo, y cierto complejo a infravalorarme.
Por ello, por todo ello, llevo como un año y medio dándole vueltas.
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