El Arsenal oficializó el fichaje de Kai Havertz, procedente del Chelsea, en uno de los grandes movimientos de mercado que ha dejado la semana en la Premier League.
Un cambio de equipo. Un cambio de barrio. Pero no un cambio de ciudad. Havertz no sólo seguirá jugando en el campeonato inglés, sino que seguirá haciendo rutina en la misma capital: Londres. Por ello, un traspaso que no debe ser catalogado como normal. Un cambio de equipo con rivalidades vecinales nunca puede ser considerado como algo habitual, rutinario o usual.
El atacante alemán jugará a partir de la próxima temporada en el Arsenal, pero ¿por qué deja el Chelsea para embarcarse en el proyecto gunner?
El proyecto del Chelsea parece estancado
El combinado blue no pasa su mejor momento. Pese a la histórica inversión realizada el pasado curso (más de 600 millones de libras), la temporada fue un fiasco, una decepción notable, una sorpresa negativa de medidas catedralicias. La salida de Havertz no parece casual. Las sensaciones del equipo son preocupantes, más allá del césped, y el horizonte a medio plazo no parece el más esperanzador.
El Arsenal jugará la Champions League
Puede ser una razón cogida con pinzas, ya que sólo se trata de una temporada. Sin embargo, partiendo del punto anterior, sumándole que podría jugar en Copa de Europa (el Chelsea quedó fuera de cualquier torneo europeo 2023-24), es sin duda un motivo suficiente para aceptar la propuesta del norte de Londres. No es que Havertz haya querido irse al Arsenal por jugar la Champions. Hacerlo es la consecuencia tras aceptar la propuesta del interés gunner.
El fondo de armario del Arsenal se refuerza en ataque
El combinado del norte de Londres se prepara para una temporada exigente. Por primera vez desde 2016, jugarán la próxima edición de la Champions League y, en consecuencia, tendrán que reforzar el proyecto. Entre los grandes rumores, Havertz. El alemán llega para reforzar la zona ofensiva. El Arsenal, así, consigue un referente considerable para que su ataque no se vea minimizado ante la enorme exigencia.
Su precio ayuda a la 'operación salida' del Chelsea
No es que el Chelsea pensara en dejarle salir, pero si llegaba una oferta de 70 millones de euros, su salida dolía menos. Algo así. La enorme inversión 2022-23 ha dejado resaca en las cuentas monetarias del club londinense. Una oferta como la del Arsenal debía exigir una reflexión. Y esa reflexión acabó saneando un poco (todavía queda camino) la estela que han dejado los algo más de 600 millones de libras invertidas.
Seguirá viviendo en Londres. Cero cambios
Es un tema puramente personal, individual, pero seguro que habrá estado presente a la hora de decidir por parte de Havertz. Cambia de equipo, pero no de ciudad. Si cambia de barrio o de casa, será puramente decisión propia. Su traspaso no obliga a una mudanza o a un cambio de rutina. Si la propuesta del Arsenal le interesaba deportiva y económicamente, el aspecto de seguir en Londres, seguramente, suma y no resta.
Ya conoce la Premier League
Otro punto que, a priori, debería sumar. La adaptación debería ser más rápida, ya que conoce el ritmo de juego, el factor ambiente de los estadios, el papel físico de sus rivales. Cambia de entrenador, pero su rendimiento no debería verse afectado demasiado.
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