Uno de mis "descubrimientos" este 2022 ha sido la app VERO. Uso comillas en descubrimientos porque ya la usé en 2018, cuando saltó a la fama y mucha gente empezó a usarla. Pero, insisto, digo que la he descubierto porque ha sido este año cuando la he usado a menudo, cuando he entendido su filosofía y cuando he crecido enormemente.
Me gusta mucho VERO porque encuentro fotografías fantásticas, con las que me veo muy reflejado, con disparos muy elegantes, con puntos de vista muy diferentes que me sirven para ver en qué fallo o qué hago bien.
Sin embargo, hay algo que no entiendo. Hay algo que me pone hasta de mal humor. Son las fotografías con desnudos femeninos. No por el desnudo en sí, sino porque lo veo totalmente fuera de lugar en los tiempos que corren. Pienso en el fotógrafo (Me d mal rollo lo que puede buscar en esas distancias cortas) y pienso pocas cosas buenas . Pienso en las modelos (¿cómo se sentirán al exponerse así?). Y pienso cuál es el mensaje o la función de un desnudo que aporta poco más que eso, el desnudo.
Todavía no he encontrado una fotografía en la que diga "Ah, vale, pues sí, tiene sentido". No. Y dudo que lo encontraré, porque es así. Simplemente exponer el cuerpo de mujeres. Ellas, entiendo, deciden exponerse, pero en estos tiempos de apertura de mentes, de un feminismo que sigue queriendo crecer día a día, me patina mucho, demasiado, ese tipo de fotografías.
No lo entiendo.
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