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No deberíamos permitirlo, pero...

  • Bolsas de snacks cuyo contenido es aire casi la mitad.

  • Jefes, normalmente incompetentes, que nos hablan mal.

  • Que una Coca-Cola cueste fácilmente dos euros en un bar.

  • Tener metas y sueños que son factibles, pero no hacerlos por miedo o exceso de pensamiento.

  • Que los precios de la comida varíen sin explicación aparente.

  • Que nuestros datos personales pasen de empresa a empresa.

  • Que hablemos de aspiradoras y en nuestros smartphones salgan anuncios de aspiradoras. Y mil ejemplos más.

  • Que el partido político con más votos no sea el que gobierne.

  • Electrodomésticos que "caducan" y obligan a ser reemplazados.

  • Empresas públicas cuyos precios son una locura.

  • El número de taxis y VTC que se ven en las calles de las ciudades.

  • El odio y toxicidad en redes sociales.

  • Atascos o vagones agobiantes para ir a trabajar.

  • Llegar a casa del trabajo, como mínimo, a las 18:00 Horas.


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