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Me pone muy nervioso

Foto del escritor: Esteban GómezEsteban Gómez

Las salas de cine son, para mí, lugares de pausa, calma, desconexión y algo así como sagrados. No exagero. No exagero en mis sensaciones. Quizás para ti sea algo exagerado, pero lo último que busco en una sala de cine es que me molesten o me hagan la experiencia algo incómoda.


Sin embargo, muchas veces me incomoda. Hay cosas que me molestan en una sala de cine. Antes de la película o durante. Hay situaciones, momentos, que me ponen de mal humor. Aunque, como en un 95% de las ocasiones, acabo guardándome el resquemor internamente y no lo exteriorizo.


Algunos ejemplos:

  • La gente que come palomitas. No es que coman, sino el ruido que hacen. El ruido que hacen y la ignorancia/egoísmo de no pensar que están haciendo ruido. El primer crujido molesta. El resto, ponen de los nervios.

  • La gente que come, en general, y hace ruido con bolsas. Ya no sólo palomitas. Hay gente que trae cosas de casa en bolsas de supermercado y durante la película se limitan a abrir la bolsa todas las veces que sus vitales necesidades (nótese cierto grado de ironía) aparezcan. El resto, a joderse.

  • La gente usa la linterna del móvil y enciende media sala. ¿No se dan cuenta de que las filas de asientos tienen una luz para que veas el número? Entran, se dan cuenta de que no ven, encienden el móvil y se lanzan a molestar a toda la sala hasta que descubren su asiento. Eso, cuando se les da bien, porque otros mueven sus manos y no se acuerdan de que tienen la luz encendida. Tú, a oscuras, te quedas ciego.

  • La gente que usa el teléfono móvil durante la película. ¿En serio no puedes estar dos horas (incluso menos, a veces) sin mirar el puto teléfono móvil? ¿Qué es eso tan tan importante que te obliga a ello?

  • La gente que no respeta el momento de los créditos. Entiendo que haya gente que, acabada la película, se levante para marcharse en el momento créditos. Pero otra cosa es molestar, ponerse a hablar en voz alta o hacer como si nada. Recientemente, una mujer se puso a mirar el móvil y otra le llamó la atención pidiendo respeto. Su respuesta: "La película ha acabado", a lo que le contestó la chica "No, señora, todavía no. Muchas gracias."

  • La gente que elige asientos al lado de ti, aunque la sala esté medio vacía. ¿En serio? Aunque sea tu sitio, ¿por qué no te sientas en otra de las decenas de butacas libres?

  • La gente que comenta cosas de la película. No sé ni qué decir de esto. No entiendo la gente que se cree que está en el sofá de casa (y aún es cuestionable lo de comentar todo) y se olvida de que no están solas y solos.

  • La gente que se levanta para ir al aseo. Esto, lo reconozco, tiene un pase, porque hay personas que quizás tengan problemas fisiológicos y se vean obligados a ello. Pero, ¿no es posible ir al servicio antes de la película?

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