Los primeros meses de Enzo Maresca como entrenador del Chelsea están siendo más positivos que negativos. Sin ser excelente, tiene argumentos de sobra para que su nota sea más alta que baja. La mejoría del conjunto blue es notable, evidente. Jugadores que hacía meses parecían apagados, sin combustible, vuelven a brillar. Y, por encima de todo, dos planes. Uno en términos ligueros, otro en el ámbito copero. El Chelsea cuenta con cuatro atacantes de primer nivel mundial, como son Nico Jackson, Cole Palmer, Christopher Nkunku y Joao Félix, y están repartiéndose los minutos de este curso. Mientras los primeros se llevan el protagonismo liguero, los segundos hacen lo mismo en Carabao Cup y Conference League. Y lo importante: todos rinden. Todos rinden en sus parcelas establecidas. Una gestión fantástica de Maresca que está dejando claro su sello de identidad.
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