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Foto del escritorEsteban Gómez

Las cosas que no puedo contar

Ha sido una semana con novedades. Han pasado muchas cosas. Cosas importantes, cosas intensas que podrían desencadenar en proyectos ilusionantes, cosas que me han llegado a provocar algún que otro agobio emocional, para bien. Ojalá todos los agobios fueran buenos, y no estresantes. Pero son cosas que no debo (o no quiero) contar de momento. Podría hacerlo, ya que al fin y al cabo este blog nace de la idea de expresar, a modo diario, pero suelo ser una persona precavida, incluso supersticiosa en algunos aspectos.

Es por ello que no me gusta desvelar nada concreto hasta que esté cerrado, hasta que esté hecho. Luego, tampoco es que me maraville pregonar todo a los cuatro vientos, pero sí suelo hablar abiertamente. Entonces, ¿por qué escribo este post si no voy a desvelar nada concreto? Una cosa es que no pueda, o no quiera, desvelar cosas que me ocurren, y otra es expresar en mayor o menor medida situaciones que me pasan.

Una semana de llamadas, de reuniones vía Skype, con mails, con contactos que me han facilitado informaciones que deseaba para proyectos futuros. Una semana de esas que considero productivas, que me siguen señalando que mi felicidad se basa en dedicar mi tiempo a los aspectos que me hacen sentir bien, luchando por aquello que quiero, que me hace sentir útil, que bonifica mis valores personales y profesionales.

Una semana que probablemente se resuelva en pasos adelante, o no, durante este mes de septiembre, ya iniciado. Y los próximos días, esta próxima semana, la tendencia será similar, abriendo más puertas o cerrando las abiertas esta semana. Volveré a estar pendiente de la bandeja de entrada, del teléfono móvil, y por encima de todo seguiré adelante con mi tarea diaria de seguir nutriendo mi marca personal.

Pronto, además, quiero empezar a preparar ya en serio el futuro del canal de YouTube. Como dije, lo dejaba aparcado temporalmente. Ha pasado apenas un mes desde aquello, pero las ganas de publicar están ahí. Eso sí, a modo previsor (eso que instalé desde que estudié Producción de Audiovisuales) quizás adelante ciertos plazos de grabación de contenidos porque la localización para llevarlos a cabo es donde me encuentro ahora, y si las novedades que pueden llegar se concretan probablemente toque hacer maletas y será más complicado prepararlos. Editar es otra cosa. Lo importante es el contenido, los brutos, la grabación. Después puedo editar aquí, allí, o donde el destino me lleve. Una vez grabados, será una cosa menos a hacer.

Cosas que no puedo contar, de momento, pero que se están cociendo a fuego muy lento, que están gestándose en una sombra que a veces da frío, pero otras en cambio se convierte en el más eficaz de los disfraces. No volvería un par de meses atrás. Creo que con eso dejo claro que la semana ha valido la pena, y que las próximas serán similares, o eso espero.

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