Vivir fuera crea un romanticismo de tu hogar que, confieso, quizás se desvirtúe, pero intento tomármelo como algo bonito, porque creas un vínculo mayor. Echo de menos València, mi casa. Algunos rincones, concretamente:
La Plaça del Miracle del Mocadoret, justo al lado de la Plaça de la Reina.
El rincón 'escondido' del Starbucks de la calle San Vicente.
El MUVIM.
Bar & Kitchen y su terraza, en el Mercado de Tapineria.
La librería París Valencia, en la calle Pelayo.
Los cines ABC Park, en pleno centro, al lado del Apple Store.
El enorme ficus del Parterre, en la Plaza de Alfonso el Magnánimo.
La Ciutat de les Artes i les Ciéncies.
Calle del Museu, 11, en Ciutat Vella. Te dejo la sorpresa.
Los cuatro pisos de la Casa del Libro, en el Passeig de Russafa.
La cafetería DDL Boutique de Russafa.
La arquitectura del Mercat de Colón.
La Estación del Norte vista desde la librería Soriano.
El pasaje de Doctor Serra.
El Mercat Central. Sólo abre por la mañana.
(Para mí) Es cara, pero la cafetería New York, en la calle San Vicente Mártir.
El antiguo cauce del río Turia en cualquier atardecer.
El último tramo de la calle San Vicente, llegando a la Plaça de la Reina.
La vista de Mestalla desde la Plaça de l'Afició.
La zona de comercios asiáticos en el barrio de La Roqueta, muy cerca de l'Estació del Nord.
Los cines Lys, cerca de la Plaça de l'Ajuntament. Su inmensidad lo convierten en un lugar único.
La tienda Tapinearte, de Bellas Artes, en el Carme.
La FNAC. Sé que hay decenas en España, pero ese lugar tiene algo especial.
El edificio conocido como Espai Verd, en el barrio de Benimaclet.
El barrio de El Carme, en general. Mucho encanto como para seleccionar un lugar.
Podría seguir. Un lugar muy especial para mí.
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