Atardecer en el Vitality Stadium de Bournemouth (Dan Istitene/Getty Images Europe)
Allí arriba. En las islas británicas. En nuestro Norte, en su Sur. En Bournemouth, una de las muchas costas sueñas que bañan el suelo inglés. Durante el Bournemouth 4-0 Huddersfield Town, el cielo quiso vestirse con un look romántico, con aura otoñal, con el mejor de sus perfumes. Con su particular luz costera, con su particular iluminación, creando una mezcla maravillosa que captó de forma perfecta Dan Istitene para la agencia Getty Images.
Lo dije hace unas semanas, justo antes del parón de selecciones. El cambio de hora, el que da la bienvenida al frío en cierta medida, el que nos priva de una hora de luz vespertina, deja imágenes preciosas en las jornadas de fútbol. Inglaterra, la Premier League, por sus horarios, es un gran foco para ello, para generar instantáneas de este tipo. Los atardeceres se convierten en protagonistas absolutos y totales de los partidos. En este caso en la coqueta población de Bournemouth, donde el equipo de Eddie Howe disfrutó de su atardecer, primero, y del oxígeno, segundo, que supuso la trabajada victoria por 4-0 frente al Huddersfield. Los Cherries, además, firmaron una gran actuación que alguno incluso puso en duda al descanso cuando, pese a ganar 2-0, se quedaban con 10 jugadores. No sólo superaron esa adversidad manteniendo la victoria, sino que además aumentaron la ventaja en una tarde que tardará varios días en olvidar Wilson, quien marcó un hat-trick.
Wilson, el Vitality Stadium y un precioso atardecer en Bournemouth.
