Un pequeño fan del Manchester City posa delante del Etihad Stadium (Jan Kruger/Getty Images Europe)
El Manchester City firmaba una nueva goleada. Una situación extraordinaria convertida en rutina, desvirtualizando algo que debería ser celebrado por su poca asiduidad. El conjunto de Pep Guardiola convierte las goleadas en algo normal. Frente al Crystal Palace miles de aficionados del conjunto Citizen disfrutaron, gozaron, celebraron, una nueva victoria en un maravilloso inicio liguero. Entre ellos, el pequeño de la imagen. Desconocemos si era su primera vez, si era ya un habitual en la zona, en la rutina festiva del fútbol, pero en la previa posaba ante el Etihad Stadium, en ese transitado puente que une la ciudad con el coliseo. Sonriente, inocente, soñando ante una nueva oportunidad de ver de cerca a sus ídolos, a esos jugadores que ve normalmente, o eso puede deducirse, a través del televisor. El sueño y deseo de un niño pequeño que disfruta de la forma más pura, e inocente, del mayor espectáculo del mundo. Dentro de unos años se dará cuenta que el negocio tiene un gran porcentaje de culpa, pero, hasta entonces, seguirá disfrutando cada vez que mire con felicidad esa instantánea fotográfica ante el estadio de su equipo favorito. El día de mañana, cuando su mente haya cambiado, será un dulce recuerdo.
