El Arsenal hizo oficial el fichaje de Alexandre Lacazette como nuevo integrante de la plantilla 2017/18. La espera acabó. La cuenta atrás llegó a su final. El conjunto del Emirates Stadium, por fin, anunció la llegada del delantero francés, procedente del Olympique de Lyon, siendo el primer gran refuerzo Gunner este verano, que no el primero, ya que hace unas semanas llegó Kolasinac.
Muchas fotos. Hoy en día las redes sociales se inundan de contenidos multimedia, y evidentemente un fichaje tan esperado no se queda atrás. Entre tantas fotografías que llegaron a mi timeline me quedé con la siguiente:
Arsène Wenger seguirá siendo el técnico del Arsenal una temporada más, pese a que su futuro llamaba a todo lo contrario, pese a que los grandes rumores le colocaban fuera del Emirates Stadium. Sin embargo, opino, algo muy importante debe estar cociéndose en el seno del club Gunner para haber evitado una salida que ya se daba por cerrada. Y la primera pieza parece tener nombre y apellido: Alexandre Lacazette.
Miren la sonrisa de Alexandre. A su lado, más arriba, miren la sonrisa de Wenger. Una operación muy esperada. Semanas y semanas de rumores, de titulares, de informaciones, que finalmente se hizo oficial con un anuncio que desató la primera alegría en la zona roja del Norte de Londres. El delantero francés es el fichaje más caro de la historia del Arsenal y muchas voces ya aseguran que, por fin, el conjunto londinense vuelve a tener un delantero de garantías, de renombre, de calidad total para aportar goles vitales, que sumen puntos.
Curiosamente la primera temporada sin Champions League. Curiosamente cuando el horizonte llamaba a la tormenta del siglo hace meses. Un delantero de renombre para un proyecto que espera seguir reforzándose con futbolistas de primer nivel. Es real, todo parece real.
La sonrisa de Arsène Wenger.