Año 2008. Por aquella época ya seguía desde la distancia a aquel equipo que vestía de azul, que era de mi admirada Londres, que en el Pro Evolution Soccer era conocido como ‘London Blue’. Ya era del Chelsea y aquel año, aquella ya lejana en el tiempo temporada 2007/08, tocó vivir un trago amargo. Un trago amargo que hoy, 21 de mayo, cumplía doce años. Casi nada.
Recuerdo aquella Final de Champions League entre Manchester United y Chelsea (final inglesa, por cierto, para los haters de la Premier League) y recuerdo seguramente cosas sueltas. Evidentemente, el título para los de Old Trafford. Pero también más detalles. Aquel remate en el aire de Cristiano Ronaldo, la emotiva celebración de Frank Lampard al cielo para su madre recientemente fallecida, el haberse disputado en Moscú, la lluvia… y el resbalón de John Terry. Se ha sido injusto con aquel resbalón, porque no fue el único jugador del Chelsea que falló en aquella tanda, pero su fallo, el resbalón, el ser él capitán de aquel equipo, con etiqueta de leyenda Blue, ha quedado en la memoria.
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